jueves, 17 de diciembre de 2009

Conjuro

Te pido una vez más el sinsentido
de salvar un puñado de instantes
por el alma enferma que cabalga
mis mientes, mis palabras.
Ahíta voz de las vaharadas
divinas, ave enhiesta,
pensil puerilmente de su rama.
Te pido ojo turgente, inmenso,
que habitas toda llama,
el gusano feraz ya presentido
que a mordiscos asesta
sueños a la montaña.
Te pido un augurio macilento,
silente pedimento de paciencia.

RSR (D.R.)

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