miércoles, 20 de abril de 2011

Poemas de Gerardo Deniz



Tomados del libro Mansalva (México, SEP, 1987). Poemas con dejos de barroquismo, cultismos y neologismos salpicados de términos extranjeros, en una sintaxis accidentada como asfalto suburbano, algo de humor cáustico que encubre un desencanto generacional. Un autor indispensable para entender la poesía de los años setenta en México.


Ignorancia
Cuando se quita usted del labio el epíteto escupiéndolo
     al rostro de la amada,
siente usted que ha cumplido, hasta que le sale otro,
     v. gr. de tabaco,
y el proceso se repite ad nauseam.
Lo malo de esa manigua poblada de grillos y leopones,
     esa insuflación de burbujas en el tuétano
—en una palabra, todo lo que hormiguea, desazona
un rato y hace amanecer los lunes
pensando
cómo será que a mis tíos y tías los poetas
les ocurre lo que relatan
y viven para contarlo.


Aldea
Entonces bajaron horas ásperas a la salud del día,
muchacha que arriesgaba los pies descalzos en la luz
     extendida, el polvo;
en silencio vibra a través del aire detenido encima de
     techos puestos a calentar, como sobre un fuego a
     mediodía,
erupción callada en el mantel del cielo;
el olor a frito entrando por las ventanas como si visitase
    una calavera de perro,
el trance de calores que dilata el metal y pone alrededor
     de la boca un círculo ocre
como el detalle en la piel del lagarto o los trozos de
     barro seco pegados a la pared de las lapidaciones
     infantiles.


¡Colonia hedionda y virtuosa! ¡Por doquier testimonios
     del pulgar oponible!
¿Ningún delito que perseguir, ningún impuesto que
     recaudar!
Y alzando gran mudez afincada en la ausencia natural de
     dientes,
reverencias, regurgitaciones —buche con buche, oh
     gregarios.


Los forasteros han seguido hacia el mar; eran de la
     Iglesia purgante
—el mar de agua tibia trabajando en las peñas sus
    mórulas enormes, sus embriones.


Impedimento estérico
A veces, alejándome de mi celeférico
que trocaré pronto por una draisina,
se me ocurre (entonces me vuelvo y te tiro un beso)
que si tus esteroides te hacen tan bella,
los míos más bella todavía,
y hasta crean el concepto de belleza,
bien pudieran
—con un estorbosísimo sulfhidro en 8 beta, quizá—
lograr que al dejar de mirarte no me afectara tu
     pendejez
(ya que suprimirla
sería superior a toda química).


Veterano
Al cumplirse treinta o cuarenta años
de que las callosidades isquiáticas le acabaron de
     empedrar la cara
(mosaico, ya refractario a todo, de ridículos, abyecciones,
     vueltas de camisa, retractaciones, cabronadas),
es la hora en punto
para hacerle un homenaje al viejecito,
pues nunca se apartó un ápice de sus convicciones
     juveniles.
(Se ve tan frágil;
pero tan vivaz como siempre.
Qué memoria. Qué gracejo.)
Que se vaya a chingar a su madre.


Foto: Torre Latinoamericana en construcción. Tomada de aquí.

sábado, 16 de abril de 2011

Experimento II (Oda si Booz ara zoo bisado)




Booz tomó a Rut, que se convirtió en su mujer.
Rut 4:13

Huye de mí, que soy elvientoeldiablo que te arrastra.
Gilberto Owen. "Libro de  Ruth".



—Ama, Rut, la cogida leve (risa).
    Sé ipse rol, o ídem.


—¿Ale Vela vino? (Sexo le roe, loco).


—"El rasar encanele", bailaba
    esa yegua.


—La sal a ti, halo, brazo, verga
    ni va a valer imán.


—¡Irte me sacará lo doña!


(Osó la RAE, mar ida: ve.)


—Habla todo. Yo ya rayo sal.


—Oh: ¿cama o bala? Yerto lamer.


—Ajá: rema Lot rey.
    Alabo a macho.
    La soya rayó yodo tal...


—Bah: Eva dirá "mear al oso".


—Año dólar. Acá se me trina: mire.


—Lava a vinagre voz, árbol, ahíta
    la sal...


—Auge.


—...ya sea Bali a Belén, acné rasarle. ¿O colé?


—¿O rélox?


—Eso ni vale vela. Medí olores, pies...


—Así revela.


—Digo cal tu rama.






Imagen: Ruth et Booz, Louis Hersent
DR (RSR)

jueves, 14 de abril de 2011

Experimento I





A mí la ruta dime, duna etnosibarita,
     (¿o ensañé ser ola, coz,
     o lunar gólem usaron?)
o la pare.


—Dad, revelo.


¿Ató —"liad ansioso"— o repelí,
     cano, a El Ara?


—Pose sana,
     gnosis ame de edema.


Sí, son ganas,
     eso para Lea.


—O nací lépero o sois nada ilota.
     Olé, ¿verdad? Era palo.


Nora: sume lo gránulo, zócalo,
reseñas "neo" a tira, bisonte...
Anude mi datura lima.

RSR (DR)

Imagen: Junto al Quemado, San Luis Potosí, 2011.

sábado, 9 de abril de 2011

Poemas de Ulalume González de León





Como ha sido costumbre —si bien discrecional— me he decantado por reproducir los poemas de corta extensión, o minipoemas, contenidos en el poemario Plagio (México, Joaquín Mortiz, 1973), para documentar que la poesía avizora épocas, como ésta en que Twitter y otros canales acercan las herramientas de escritura y comunicación a más personas que nunca, en mensajes menores a 140 caracteres.




Telegramas


1
Quiero pensarte muerta
y que tu muerte sea
un plagio de mi canto


2
Como los niños:
           a jugar con barro
Pondremos
las lágrimas tú y yo
No habrá escasez de polvo


3
Al arder inventamos las cenizas


4
Tienes la edad del mundo
y ni un minuto menos
pero te ves más joven


5
Estar solo es perder el sitio
andar a la intemperie
Dame un aquí en tu cuerpo


6
Muchacha desnuda
te voy a escribir
un poema-guante


7
En tu prisa por crecer
echaste alas y raíces
qué vas a hacer?




Voces
El viento y las palabras no escarmientan:
siempre desenterrando caracoles
donde estrenar el viejo asunto
A sí mismos se plagian


Mujer nocturna
Leo en la oscuridad
tu cuerpo Braille


Me parece imposible
separar fondo y forma


Pájaro
Más canto que cuerpo
Más vuelo que tiempo
No cabe en sí mismo
Ni en todos los días


Niña muy pequeña
Le di una flor a la niña
y ella la agitó en el aire
pero la flor no sonaba


Festina lente
Máquinas de guerra
como su nombre
          Escarabajo
cornuto
     Avanza entre hojas secas
enorme la mandíbula
          para duelos de amor.




Imagen: Drawing hands (1948), M. C. Escher.

Sobre la autora, aquí.

martes, 5 de abril de 2011

Poemas de Hernán Lavín Cerda



Decir que en este poemario (La sonrisa de Dios, México, Eon, 2006) rebosa de relaciones intertextuales y ecfrásticas sería como individualizar un fenómeno generalizado: las alusiones, las citas, la tematización y el diálogo con otros autores, obras, con otras artes y con elementos de cultura popular es un signo de la poesía de nuestro tiempo. Si menciono tal característica es porque, aunada a la voluntad por afincarse en un fugaz presente del poeta, en el momento de la enunciación —así como la anfibiología de textos que navegan entre el poema en prosa, al transcripción de letreros y el cuento, en los que el humor es esencial—, dé como resultado una poesía coloquial que no oculta su testimonialidad sobre una época, sobre un lugar particulares. Los poemas que selecciono de este autor chileno, largamente avecindado en México, dan bien cuenta de ese carácter. Sea.


Carnes muy selectas
"Rosa María":
carnes muy selectas.
Servicio a domicilio
como en los buenos tiempos:
no sólo durante las horas de oficina.


Carnes graciosas, jugosas y preciosas,
fieles puras e infieles
como en los buenos tiempos,
cuando todo era original,
absolutamente auténtico, gozoso, vernáculo,
y no existían las imitaciones.


Vísceras de alcurnia, cabeza cocida, lengua cruda
o al revés: cabeza cruda, lengua cocida, vísceras de alcurnia.


Todo esto y mucho más con "Rosa María":
pellejo y mollejón, panza por dentro
y por fuera, molleja y pellejón,
pata absoluta, global o molida, rabos, hocicos,
rabillos calvos o peludos, pechos y pechugas
como en los buenos tiempos que dieron su origen
a :Rosa María: con esas carnes de muy alto linaje o vuelo,
como en volandas, y sumamente rumorosas o más bien rítmicas,
que no podrían existir en todo su esplendor
si no fuesen lo que aún son por fuera
y por dentro, velludas o pelonas, y lo que han sido.


"Rosa María"una vez más.
Teléfono sombrío por dentro
y luminoso por fuera: 57-93-70-69.
Local 21-L, :Mercado de carnes y embutidos:.
Carnes cada vez más profundas y selectas.
Servicio diurno y nocturno a domicilio,
nocturno si la ocasión lo precisa
y la necesidad es un imperativo absoluto.
Servicio a domicilio una vez más,
como en los buenos y afortunados tiempos:
no sólo en las horas más o menos agonizantes de oficina.




Vivir en la misteriosa casa
Me gustaría vivir para siempre en la misteriosa casa de Big Brother, ahí donde el misterio brilla por su ausencia, como tal vez hubiera dicho Demócrito, y toda cosa existe por el vacío que la rodea. En la casa de Adela Micha no hay temor, ni angustia, ni aquel vaticino fúnebre, aunque la confesión de uno puede humillar a todos, como ocurre desde que el sol descubrió su perfil de criatura lunátiuca en este mundo.


Confieso que Dámela Micha no me seduce tanto por su silueta de ángel subterráneo, como por su temblorosa nariz de pájaro carpintero: menos oval que longilínea. Digámoslo con música del Caribe: "La piel de Adela es piel canela". "Toda la piel de Adela es un pergamino donde aún es posible dibujar la caligrafía más embrujante y más perfecta".


Órale pinche buey, aliteraos los unos sobre las otras, mi pendejiux al sonoro rugir, cabrones y cabronas tan sutiles y juveniles. Digámoslo con música de vuelo muy suave: Chinga a tu madre forever. Aliteraos, acantinflaos y aliteraos una vez más las unas sobre los otros, como era en el principio, ahora y tal vez siempre.


No quiero que algún día me expulsen de la misteriosa casa de Big Brother. Es algo muy parecido, vuelan los ángeles en su éxtasis, muy parecido al vientre materno. Aquí me siento mejor que nadie, más buey y más feliz que nuca, más chido que jamás de los jamases, para decirlo con palabras de mi abuela Odilia.


Me gustaría vivir para siempre en la misteriosa casa de Big Brother, ahí donde el misterio brilla por su ausencia, como tal vez hubiera dicho Demócrito, y toda cosa existente por el vacío que la rodea.


No me abandones, Adela del Perpetuo Socorro, Dámela Micha, no me abandones y agítame sin pudor los sesos, como en la época de Nerón, de Octavia, de Británico y de Popea. No olvides que todavía soy un huérfano: sonríe una vez más, mírame a los ojos, dame la belleza clásica de tu nariz, no te duermas, te lo suplico, yo soy el éxtasis, no te duermas y ven a mis brazos para siempre.




Pido perdón
¿Sólo nos queda el camino de la eutanasia espiritual? Pido perdón nuevamente: a diestro, casi todo se nubla, y siniestro, casi todo se alumbra. Me arrepiento de todo una vez más, desde aquellos días y aquellas noches del Génesis, pero no me declaro culpable.



Imagen: Foto de Ivan Corsa a una obra de arte callejero de Shepard Fairey, tomada de aquí.

sábado, 2 de abril de 2011

Poemas de otro abril



Una vez más, entre meandros de archivos empolvados encuentro estos poemas. Sea.



*
Rompe el toque de queda
en monte y madrugada;
el sonámbulo
afrenta a los ladridos:
“muera esta vida falsa”, grita
y llueven utopías como ladrillos

*
La bacanal de los astrónomos se inicia:
los bajamares de estrellas amordazan
al día hoy de consunción se vuelve ayer
¿Era un sueño
aquellos senos cercenados,
por los que moriría;
los que fueron cuatro lluvias
mi morada
y les juré lealtad
apenas idos?
¿el Dios de dios sabrá
porqué hasta ahora
vuelven tan de lastres
los escrúpulos,
cuando mi globo ya aprendía
a dejar la tierra?
Miro el páramo
mirar al cielo
que lo mira

*
Deletreo
maldigo
y rezo
en tu nombre
  doblemente
    desarticulado


*




El canto de tu siervo, Luna, un aleteo
en el bosque cuesta abajo del insomnio
donde reinan los ojos anublados,
donde el suelo es lava en yeso
y enfebrece el tacto de sus tábanos
hasta disolver en vagidos el eco
y cuajar las sístoles en clavos




DR (RSR)



Ilustración: Oh, Anna Treshman, tomada del blog Toxico Cultura.