miércoles, 1 de abril de 2009

El ser y el tiempo se van a casar...


¿Qué cambia y qué permanece de sí? Para quienes escribimos, es una pregunta inevitable al releer textos que un yo transitorio escribiera en otros años (recuerdo algún ensayo de Monterroso acerca de los viejos subrayados). Nadie escribe para sí, siempre hay un destinatario, aun psicológico, más o menos abstracto: aun el pudoroso ha de releer(se?) y, entre tanto extrañamiento, re-conocer-se. Hoy releo(me?) este texto disque erótico.



Se trata de otra historia que el vulgar miedo del que hablas
tal vez los rezos bicordes
los cuadros sacros de otros días
murmullos como bajo un bombardeo
por la mirada del santo interrumpido:
una serpiente se asomaba
¿Era eso? porque teorías de iluminados las detesto
y veo en mi cuerpo un milagro tan indigno
de respeto...
No; la ignorancia es culpable de otras cosas,
esta muerte magra es mía; si,
lo he probado en tiempo y forma,
en atajos y vías largas, sé del sabor
y el tacto, conozco ese estallido;
fiesta de bacterias donde habita lo divino,
eso lo apruebo (eres hermosa) pero allá
lejos de esta caricia que no entiendes
quizá eso fue; quedarme con la imagen
inútil y perfecta; o será
sabiduría:
saber que la recompensa castra
al anhelo del goce por sí mismo; la esperanza
es creer en lo imposible; menos que eso
...no te ofendas
soy animal ajeno a este minuto
te ofendiste; aunque en eso te equivocas
entendería sin reparo si mi sino
morder almohadas fuera, soplar nucas
no es eso y no eres tú; no es mi fe de utilería
no busco la tortura me eternice
en el libro de los muertos más ilustres
no es teoría de nada, no lo entiendo
no quiero comprenderlo ni explicarlo
ahora vete, me aguarda el precipicio
de abstractos y torcidos pensamientos,
de manos amputadas
tu dinero está en la mesa
ven mañana


Ilustración: Lorenzo Goñi

D.R. (RSR)

No hay comentarios:

Publicar un comentario