Hace algunos años, para acompañar mis taciturnas lecturas y versos, tuve una temporada radiofónica compuesta principalmente de las selecciones, casi desprovistas de cortes comerciales, que hacen los programadores nocturnos de Radio Educación, Opus, Radio UNAM y Rock 101, sin dejar de asistir, a veces, a la programación kitsch de Radio Mil o las nostálgicas El fonógrafo, Radio 13 e incluso las campiranas para oír música ranchera.
En una de esas temporadas (laboraba yo monitoreando, seleccionando y resumiendo noticias, trabajo que me acentúo incurablemente la visión amarga sobre la política nacional), descubrí un programa con temática de traileros y otros transportistas, en la XEW, llamado Los amos del camino. Desde el principio me llamó la atención el lenguaje atestado de claves, además de parecerme una opción fresca de comunicación entre esa comunidad laboral.
Un programa útil como pocos, con reportes de accidentes, llamados a solidaridad, remembranzas de los caídos en el deber (tienen incluso una oración alusiva, entre otras), sin que faltaran las convivencias en las "cachimbas" --es decir, loncherías donde los transportistas se reúnen, en la autopista o a la salida de diversas comunidades-- e invitados de grupos en vivo.
En ese programa escuché experiencias desgarradoras, edificantes y divertidas. Me enteré de las dificultades del gremio, como la inseguridad, la corrupción y la explotación laboral. En verdad, una experiencia radiofónica sensacional. El programa aún se transmite, aunque, desafortunadamente, las últimas emisiones que he escuchado me muestran un programa descafeinado respecto a los de aquellos años, entre el 2003 y el 2006.
Hace unos días lo recordé, cuando hurgando entre viejos archivos hallé un documento en el que vertí algunas notas sobre Los amos del camino. Era de madrugada y no pude contener las carcajadas al revisitar los apodos que se ponen entre sí los camioneros.
No será la última vez, espero, que escriba al respecto; pero en esta ocasión quiero rendir un homenaje a todas esas personas que hacen moverse al mundo, al volante y por carretera, reproduciendo algunos de esos sobrenombres: unos de manera simple, otros contextualizados en algún saludo o comentario.
El Teletón
El Licho (Licho de la cabecha)
Alejandro el atravesado
El Oso porno
El Grandote de las palomitas
El Gusano estresado
El Chaca chaca
El Poca paz
El Tasajo de perro
"Un saludo al Pirujo de Sánchez de parte del Bandido a la mexicana"
El Cuello duro
La Mojarrita
Rata prieta
Pelabrujas
Pancho calmas
El Raza méndiga
El Huevotes
El Guapo siniestro
La misma Camisa
Don Amplio
Julio el migajón
El Fúnebre
Hilario el huaraches
El Recién nacido
El Pata de bolillo
El Más negro que la noche
El Panza de yegua
Rito roinoles
La Mancha voraz.
La pícara soñadora
El Huracán tierno
Lorenzo el Eterno
El Sulfúrico
El Pato vagabundo
El Garrafón
La Hernia
Pitufo soñador
El Chochos
Un saludo a Bachoco y a todas sus almorranas
La Güera grandota
El Lobo misterioso
El Chivo cromado
El Cacharpas
La Bandera china
El Salsero cimarrón
El Manos torpes
El Oaxaco lechero
El Exótico
El Mal paso
La Vikinga (de hombre), El Cañón (de mujer)
El Sexo
Pedro mentiras
El Semichacal
El Capítulo
Angelito negro
Chapa chapita
Chipitín
El Suaves lonjas
El Tololoche
El Chorizo 1380
El Gato seco
El Chamaco chocoso
El Raro
El Niño sapo
El Olmeca
El muerto fresco
Gaby la Canalla
La Conejilla pobre
Concluimos presentando un video alusivo que encontré en el youtube.
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