Porque nadie lo pidió, retrasado de Día de Muertos y sin que venga al caso, Semiofagia se complace en presentar a la Sonora Palatal interpretando uno de sus más grandes éxitos, dedicado a una sonera rusa a quien vi bailar en París (lo juro) y no a quien están pensando mis amigos imaginarios.
La chica G es una impúber que maquilla sus arrugas
Para no tener edad sino sonrisas
Y no suelta su vaso
Y no frena su lengua
Y si alguien no la para llega a todos los rincones
De pieles y corazones
De corazones y pieles
A
La chica G pierde el olfato por las noches
Y te seduce cada vez como a otro extraño
Tiene una historia
De pocos trazos
Muchos silencios con mohines y retazos
De amor, locura y muerte
De amor, muerte y locura
B
Es esa especie de ángeles con sexo
De las que hablaba un poeta
Tan hermosa como el diablo
Como el paraíso ajena
Es esa clase de accidentes
De los que no quieres librarte
A menos que seas de los que
No comen tunas
Pa no espinarse los labios
A
Mujer que a su tocayo punto ya no busca
Dentro sino en cada uno de nosotros
Que le hemos sido
Que nos ha sido
Que ya nos fue
Y que sin ya ser seguirá estando
Aquí estará, pero sin ser
Seguirá siendo la Chica G
B
Es esa especie de ángeles con sexo
De las que hablaba el poeta
Tan hermosa como el diablo
Como el paraíso ajena
Es esa clase de accidentes
De los que no quieres librarte
A menos que no comas tunas
Por no espinarte los labios
C
Y cuando un animal así
Te hace pasar en puño de horas
de cantinas sucias
a camas ebrias de sábados
Te vas hermano con ella
Aunque te espines los labios
Pregón
La Chica G, hermosa como el diablo
Como el paraíso ajena
Letra. Del comité editorial Semiofagia (Ambidextros reservados)
Música. Pendiente.
Foto. Mía. Garde du Nord.
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