jueves, 24 de junio de 2010

Otro poema de Mario Santiago Papasquiaro




¿TE HAS FIJADO CÓMO EL SENA YA NO NOS MIRA A LOS OJOS & LA GARE DE LYON LA HAN LLENADO CON PROPAGANDA OFRECIENDO $$ POR LA CAPTURA DE LA BANDA BAADER-MEINHOF?

Acaricio mi próximo suicidio
como mi poema más punzocortante
como mi poema más perfecto
En las butacas-Kenacort & Valium 10
de 1 baratísimo cine de Barbes-Rochechuart
besando con besos de rata rabiosamente blanca
los muslos-maceta de flores
de Margarita / dueña & señora de mis risas
& la acaricio : la acaricio
como un borracho su hígado deshecho
o 1 expulsado del Partido Comunista
la voz con que gritó: A la mierda con Marx
se lo lavan con orines de Utopía
& si la película de Bogart la pasan fracturada y casi ciega
o la flauta mágica de hash
no alcanza a tapizar con doblones españoles
el crecido --hinchadísimo-- galeón de mis pulmones
Qué acción heroica
qué mueca keatoniana
     va a quedarnos
sino la de tendernos catelipticaluciferinamente
           en posición de muertos
sobre el lomo-sal reseca de 1 vía de ferrocarril imaginaria
& ahí / desde esa posición / desde ese encierro
pasearnos nuestra pata menos acalambrada
por el foco menos fundido de los ojos
& que el pelo de la mollera se confunda con el pelo de los güevos
las erupciones del Monte de Venus
con la lava de la Mente-Rajatabla
Mientras cantamos con el estómago vacío
1 champurrado eufórico de la rola: Ther's no future
               & nos tiramos a fondo
¿pozos? / ¿buzos? / ¿gambusinos? / ¿tlachiqueros de qué?


Pd. Remitimos a la publicación anterior en Semiofagia sobre este poeta infrarrealista, para complementar su lectura y proveer la referencia bibliográfica.

lunes, 14 de junio de 2010

A una gladiadora



Relámpago que avieso muestra un siglo
bebido en el instante,
hendido en tu expresión trasfigurada,
astuto haz de entrepierna
al ojo omnipresente vuelta ofrenda.

Surca tu rostro, apenas perceptible,
la mueca de esa estirpe libertina, dejo
al azar de una herida, dejado ahí para la aldea,
grabado de la secta hecha de todos,
tu bienhechor destello abrasa
las larvas de pudor
entibia al viento
y hace a los púberes correr tras soledades.

Frente al ojo multánime, tu piel
como recién hilvanada al aura,
sabiéndote observada
acróbata del ansia
y la sonrisa súcuba,
tu labia en lingua franca,
de ahí, abajo, amor,
tan mal libada
Y yo con tanto libe
y tan lejano.

Por eso me avorazo y a miradas
apenas apareces en combate,
tu báculo, hechicera,
transmigro hasta tu lengua
y espero
tus generosos dejos de Godiva
morena eslava,
representes el dolor
o el ajuste de panoplias, de monturas
para erguir la grupa al cielo,
cosechar labios de asombro
y volver luego al combate, gladiadora.

RSR (D.R.)

domingo, 13 de junio de 2010

Soneto de Fray Servando


Quien no haya leído las Memorias del padre Mier, no sólo se pierde un testimonio intenso acerca de la persecución política y religiosa de este hombre que participara tan activamente en la gestación del México independiente, sino una prosa entretenida y pícara, que incluye varios de sus viajes fascinantes, sobre todo en Europa, los cuales iniciaron con sus fugas de las distintas prisiones en que estuvo, anécdotas y carácter que inspiraron al novelista cubano Reinaldo Arenas a escribir una obra tan hiperbólica como El mundo alucinante, cuyo personaje central es justamente el religioso heterodoxo nacido en Monterrey, México.

Además de la recomendación, transcribimos un soneto de Servando Teresa de Mier, de Guía de forasteros, estanquillo literario (T. III. México: INBA, 1985, p.1 del año 1820), volúmenes de los cuales ya hemos compartido algun texto anteriormente (Ver). Como podemos ver, Fray Servando no era un poeta versado, pero sí un hombre inquebrantable, un polemista y un comprometido con las causas de su país en construcción.


Tuve indulto y capitulación
en Soto, y mi equipaje me robaron,
y por traerme con grillos me estropearon
un brazo. De ahí fui a la Inquisición.

Sin otra causa que disposición
del gobierno, tres años me encerraron,
y a esta cárcel por fin me trasladaron
con la misma incomunicación.

¿Cesó la Insquisición? No, ceso el local,
varióse el nombre con el edificio:
es hoy Capitanía General
lo que antes se llamaba el Santo Oficio.
Con la Constitución todo es lo mismo,
mudóse el nombre, sigue el despotismo.

domingo, 6 de junio de 2010

Collage 2



Nota: Continúo lo que espero sea una serie de textos, cuya materia prima sean algunos de mis tweets, hilvanados apenas por requerimientos de sintaxis y alguna corrección al vuelo. (Aquí Collage 1)

Volverla a ver, era su insomnio. Su aspada sonrisa, artilugio de guerra. Los insomnios que construyeron juntos se vinieron abajo, como aquel insomnio de conocer el mar. Aleados en dos mares de oleajes contrapuestos, dos mares hechos gotas, hogueras, hechos higos de jugos reventados (obsesión cromática de gotas: el higo, tú, la hoguera), apagones de visión y gong de dentro: el vértigo de mirar abajo, el adelanto del salto postrero. Mejor fue a los callejones donde ningún chiste puede pasar sin ser exprimido tumultuariamente.
Quería percutir palabras, escandir los golpes de tambor, andar su cuerpo ‑ gacela de botella en mano, sonrisa de arma cargada‑ a todo nudo y en lenguas marinas deliraba “Manda el rumbo y yo dicto en la bitácora: ‘Escrótame los crótalos aunque te dé escorbuto, ándale. Láteme las matas, Áxiame tu abrila, mójame tu mecho: trábate, macera, chasca. Crepitemos. Válvame el ostión, Coscolina.’”
Pero sólo dijo a la extraña: “Venimos de la misma pesadilla, te reconocí por el acento. Intuyo opios voraces en tu centro.”
La vio dormir pensado: “El día en que tu jugosa granada se convierta en erizo de mar conoceré tu verdadero nombre. No importa la amarga certeza de que tu dulzura me terminará agriando si intuyo tu a solas: rounds de sombras.”


RSR (D.R.)

jueves, 3 de junio de 2010

Sobre "Un día un río" de Jaime Reyes.



La poesía de Reyes es testimonial y política, con un fuerte contenido erótico. Busca permanentemente dar voz a quienes carecen de ella ante los intereses hegemónicos, no sólo de la economía y exacción del Estado, sino ante los círculos literarios y académicos: poesía de vecindad y cinturones de miseria, poesía de un 'flaneur' que recorre ciudades, clandestinidad y el continuum soterrado de la militancia que determina la actitud ética y la postura estética.

Pero sus letras son más que un testimonio: son un caudal de asedio barroco, por ejemplo en Isla de raíz amarga insomne raíz, el célebre poemario de juventud que le valió el premio Villaurrutia; se vuelve un configurador de otras voces, en La oración del ogro de entre esa colectividad marginada de cuyo lado se coloca radicalmente, y es una poesía que vuelve sobre sus pasos y sus obsesiones desde una perspectiva distinta, la que dan los años y la experiencia, en el balance entre la transformación y el mantenimiento de sí, lo cual es visible en Al vuelo el espejo de un río. Vallejo, Neruda, Lezama Lima y Sabines están presentes en el diálogo intertextual que dimana de su lectura.

En el último de sus libros, Un día un río, encontramos los poemas reunidos hasta su muerte, donde percibimos un mayor apego al verso respecto de los extensos poemas en prosa de sus libros anteriores, aunque también es visible el mantenimiento de sí, en cuanto a la temática, la postura y el bando al que ineluctablemente pertenece. Poeta de amargura, de corporeidad y de la atestación de una lucha social, festejamos la adquisición de éste poemario, reproduciendo un par de sus poemas:


*
Buscando un sol, sal
informe y pesaroso,
carnada de días feroces
--perfil de calle a la sombra--
mi trayecto y mi oficina
informe y pesaroso
membrillo soy
esta ala escondida de oreja hoja, de hoja oreja
un gato
de pez entre mi boca.




*
Al oficinista
el viento que se estrella
contra las paredes de cobalto
y su arrumbada pasión
quemadas hojas polvo
arrojaban contra el cristal del aire
y en su erecta superficie
lago espejeante
el crepúsculo sanguíneo su explosión
sembraban
el viejo vaho de los muladares
vibrantes plantas
húmeda oscura fecundaban
--otra piel era
hoja de trigo--
el turbio espeso
la membrana acuosa
la extendida lumínea
la fragmentada claridad en fin
el moho de sus cuerpos
de su calor hablaban
de sus entrañas a mitad del fuego
de su nombre
(enloquecidasvuelanlasmoscas)
neuróticas plantas crecían.



Pd. Aquí los enlaces de los poemas de Jaime Reyes que hemos publicado anteriormente: "Sobre Al vuelo..."; "Más poemas de..." y "Poemas de Reyes y..." 
Imagen: Contratapa de La oración del ogro, México, Era, 1984.